Una mirada atrás: Momento de autocrítica (2010)

Después de más de un año como desarrollador freelance (o autónomo por estos lares) llega el momento de echar la vista atrás para reflexionar y elaborar una lista con lo que, a mi parecer, hay que tener en cuenta a la hora de lanzarse hacia esta aventura. Pónganse  cómodos que la función empieza ya:

• Aquello de “Yo trabajo mejor por las noches, cuando nadie me molesta” es totalmente falso e inútil. Márcate un horario como las personas normales, madruga lo máximo posible. Es pura lógica: Cuanto antes empieces antes acabas. Así dispones de más tiempo para avanzar faena e incluso puedes hacer algo de vida social (a no ser que tus amigos sean nocturnos o ladrones, en cualquier caso, cambia de amigos).
• Para ir bien necesitas una buena cartera de clientes. Lo normal al empezar es trabajar como subcontratado para otras empresas del sector, esto está muy bien porque consigues dinero y te dan trabajo con más o menos regularidad, pero a la larga necesitas tener tus propios clientes. Lo suyo es buscar el equilibrio entre trabajos subcontratados y trabajos para clientes propios.
• Necesitas estar permanentemente conectado a Internet. En cualquier momento tienes que poder revisar el correo o consultar alguna web de interés. Hazte con un iPhone, Blackberry o cualquier terminal con acceso a Internet móvil o push email.
• Reduce costes lo máximo posible. Realmente no necesitas una oficina, ni otra línea de móvil, ni un nuevo servidor local, ni todas esas cosas “cool” que tienen las grandes empresas. Ahora lo que necesitas es mucha motivación, ganas de trabajar, una silla, una mesa, un móvil,  un ordenador y una buena conexión a Internet. Utiliza software libre. Si tienes que comprar muebles ves al IKEA.
• Aprovisiónate de todos los teléfonos de comidas a domicilio que puedas. Recuerda, el kebab es tu amigo.
• Crea proyectos propios. Y dales la misma prioridad que a los proyectos para clientes.
• Muévete. La clave para conseguir clientes es relacionarse y moverse lo máximo posible. No tengas miedo en conocer a gente, en acudir a eventos, en crearte una cuenta de twitter y interactuar con los demás, aunque no los conozcas en persona.
• Lee sobre productividad y gestión personal. Aunque creas que tu mismo te organizas muy bien puedes aprender técnicas y métodos que aumenten esa productividad (además de darte cuenta de que en realidad no te organizas tan bien como pensabas).
• La clave está en la especialización. Está muy bien saber y hacer un poco de todo, pero si te especializas en algo y lo haces bien puedes conseguir más trabajo con menos sacrificio.
• Organiza tus propias librerías de funciones, clases, iconos… Recursos en general que utilices a diario. Ahorrar tiempo (sin perder calidad) es muy importante ahora mismo para ti.
• Los bancos van a pasar de ti. Hay que tener esto claro desde el principio, patéate todas las sucursales que puedas de tu ciudad a ver cual es la que más te conviene, pero no esperes mucho de ellos.
• Contrata los servicios de un gestor para que te lleve todo el papeleo. Al igual que con los bancos no te cases con el primero que veas, las tarifas pueden variar mucho. Lo único que necesitas es que lleve la contabilidad (las facturas las puedes hacer tu) y se encargue de todo lo relacionado con Hacienda y Seguridad Social.
• Celebra los logros y proyectos finalizados. No con grandes fiestas o despilfarros. Simplemente invita a tu pareja a comer aquel día o págate con tus amigos unas cervezas.
• No te desanimes. Todos los comienzos son duros, habrá días en los que te sentirás con el agua al cuello y no verás la luz al final del túnel, días en los que querrás dejarlo todo y te cuestionarás si fue buena idea embarcarte en esta aventura, días en que no podrás soportar las críticas de tus familiares y amigos, días en los que la típica frase de “Por qué no buscas un trabajo serio y dejas de perder el tiempo con estas tonterías?” resonará sin parar en tu cabeza. Cuando todo esto pase apaga el ordenador  y dedícate una hora a hacer lo que más te guste o  plazca en aquel preciso momento.

Estas son solo algunas de las cosas que he ido aprendiendo durante este año. No me gustaría que fueran tomadas como normas estrictas que hay que cumplir al 100%, ya que cada persona/vida/profesión/negocio/trabajo es totalmente diferente, pero puede ser que la simple lectura de esta lista ayude a alguien a reflexionar sobre su trayectoria.

Quien sabe, igual alguno de estos consejos resulta hasta útil.